Su luz brilla como ninguna

jueves, 20 de agosto de 2009

De apoco ese poste de luz comenzó a parpadear más de lo habitual, su luz era menos potente cada día. En ese momento supe que era su fin, dio un apagón repentino, su vida de iluminación había acabado. A la mañana siguiente miré por la ventana a ver si aún seguía en el lugar de siempre, para mi sorpresa; ya lo habían retirado, no me pude despedir de su luz y de él, que por tantas noches acunó mis penas, rizas, llantos y alegrías.
¿Cómo hacer que nuestra luz pueda volver a brillar? Si ya tantas cosas se dieron la “amabilidad” de apagar los sueños. Así mismo se abrió paso a la individualidad y el egoísmo.
Por mucho tiempo pensé en que el mundo estaba dormido, que nada lo haría caminar como antes. Más aún, todos nos tomamos como seres extraños y sin importancia para otros. Hasta que hoy me eché a andar con el señor ciego, tomé su brazo y él su bastón. Pasamos por caminos planos, otros en 90º, bajamos las escaleras y sonó el bip!, yo me alejé un instante, pero volví a mi labor… Que por cierto, disfruté demasiado. Seguimos en nuestra manía de bajar escaleras, un empujón me hizo desprenderme de lo que hacía, pero solo fue un segundo sin importancia. Volvíamos al sendero plano, nos subimos a esa cosa que corre a la velocidad del viento. Lo miraba de reojo pensando que usted también lo hacia. Me dio tanta ternura verlo con sus ojos cerrados, simulando dormir, aunque no fuese así, su corazón y mente veían más allá de lo que todos podemos ver. Lo ayudé a pararse y ahí usted se iba robando mis sueños y mucha de mi alegría, ahí nacía la ternura y mi recuerdo por usted. En este momento le escribo porque marcó un paso seguro e importante en este día. Siendo sincera, hoy ni nunca usted verá este texto… Pero si recordará que en Santa Lucia me despedí de su cara barbuda. A las 5 de la tarde mi luz se iluminó con ternura, dulzura y buenas acciones. Gracias a un Señor de barba plomiza, ojos de inmensa inocencia, yo se por qué es: Usted no ve el mundo que veo yo, tan falto de cercanía. Quiero dejar de ver frialdad, y como usted: Sentir un mundo limpio, que alguien tome tu brazo y te ayude a caminar sincera, segura y desinteresadamente.

1 comentarios:

Pájaro Errante dijo...

creo que la luz siempre vuelve a encender cuando asi lo queremos y cuando estamos preparados.

Tu acto de hoy me enorgullecio y me alegró el dia, no es gratificante cuando sabes que haces un bien para la humanidad sin pedir nada a cambio? creo que si muchos de nosotros hicieramos una pequeña cosa por la gente, el mundo seria mucho mejor. Gracias por aportar ese granito de arena para hacer mas amena esta vida. Te quiero infinito y sientete feliz =)

Diseño por Open Media | A Blogger por Blog and Web